«Actualmente, la comprensión del tiempo ha llegado hasta tal punto que la competición tecnológica y económica consiste en prometer que el futuro llegará al consumidor más rápido que con los servicios del competidor. Las nuevas invenciones tecnológicas son comercializadas con la pretensión de traernos el futuro ahora. Al mismo tiempo, dentro del ámbito económico nadie se contenta ya con enriquecerse aguardando el futuro, razón por la cual las compañías de internet consiguen dividendos asombrosos de forma tan fulgurante, mucho antes de la realización de sus expectativas de futuro».

Leido en el libro La ética del hacker y el espíritu de la era de la información de Pekka Himanen

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